Están documentadas en el S.XVIII. Están empedradas de pizarra o caliza, se disponen en bancales, estos muros de contención se realizaron con, el fin de lograr una superficie horizontal en una zona de ladera. En ellas podemos encontrar varios huecos de distinto tamaño y profundidad que tenían como finalidad albergar los aperos de la trilla y servir como fresqueras para mantener el agua en época estival. Destinadas a las labores de la trilla y aventado de la mies. De estas labores se aprovechaba todo; el grano para hacer harina y pan, y la paja para alimento y forraje de los animales.