EL REY DE PATONES

PATONES, UN PUEBLO, UN REINO

En su origen Patones era un barrio olvidado de Uceda. Nuestros vecinos debían trasladarse caminando hasta la villa para hacer muchas actividades. Por eso a comienzos del siglo XVII decidieron que les convenía tener una organización propia, eligiendo quién les debía gobernar. De ahí surge el Rey de Patones, un vecino que impartía justicia entre ellos y que les representaba.

El reino se mantuvo durante varias centurias, destacando entre sus logros el permiso que obtuvo uno de los Reyes de Patones en una visita a Torrelaguna al Cardenal Moscoso para construir la iglesia de San José, ampliando la ermita existente sufragada por todos los vecinos. De esta forma los vecinos no debían trasladarse a Uceda para recibir misa.

El último Rey, Juan Prieto consiguió la independencia frente a Uceda tras enviar una carta en 1769 al Rey Carlos III en la que se decía “Del Rey de los Patones al Rey de las Españas…”. En ella el Rey de Patones solicitaba el título de lugar por considerar abusivos los impuestos a los que Uceda les obligaba.

El monarca Borbón, sin salir del asombro por tal atrevimiento, envió un mensajero a dar fe de tal reinado. Al llegar se encontró con que a pesar del enunciado del mensaje, no encontró rey sino que vio cómo los vecinos de Patones habían elegido a uno de los suyos y le habían dotado de autoridad y derecho de velar por la justicia de todos. Carlos III reconoció su autogobierno y les concedió la independencia administrativa de Uceda, municipio al que todavía pertenecían. A partir de este momento desapareció la figura del Rey de Patones, puesto que ya podían nombrar alcalde y juez.

En un recorrido por Patones de Arriba podéis encontrar distintas placas en alusión al Rey de Patones en las que se mezcla leyenda y realidad.

Descubre más sobre los orígenes de Patones.